Hoy es nuestro primer día en Arendal después de un largo viaje que duró todo el día.
Cuando llegamos anoche, el recibimiento de las familias anfitrionas nos dió el calor que no hacía fuera. Estábamos tan cansados y hacía tanto frío que no hicimos ni foto del momento.
Hoy ha sido un día de presentaciones formales y juegos para romper el hielo. El director se ha dirigido a nuestros alumnos deseando que toda la vida recuerden esta semana en la fría Noruega, y que conserven en sus corazones la amistad que pueda surgir de esta experiencia.
Tras una visita guiada por la ciudad, nos han ofrecido chocolate caliente y gofres. Por la tarde, han continuado socializando con una sesión de cine y finalmente, cada cual ha vuelto a casa con su familia anfitriona. Durante el paseo han caído algunos copos de nieve, hemos tenido -1°C con sensación térmica de -8°C pero esto no ha conseguido congelar las sonrisas.
El segundo día en Arendal comienza con la sorpresa del cielo despejado y temperaturas de -8°C con sensación térmica de -15°C.
La mañana se ha dedicado a trabajar en el proyecto sobre sostenibilidad en el uso del agua (calentitos en el interior).
Expertos locales nos han explicado la situación actual en Noruega en relación con la obtención de energía, que procede mayoritariamente de centrales hidroeléctricas, y los problemas para el futuro próximo derivados del cambio climático. Resulta sorprendente constatar que, para ellos, el aumento de precipitaciones invernales que esperan tener debido al cambio climático será tan problemático como para nosotros la falta de ellas. Esto es debido a que la mayor parte de la energía que usan tanto para mantener calientes e iluminados los espacios públicos y hogares como para cargar los numerosos coches eléctricos, procede de la energía hidráulica. Si las precipitaciones se producen en invierno el agua se congela, no fluye, no produce electricidad y los precios suben.
Por otra parte, la subida del nivel del mar es uno de los mayores retos a los que se tendrán que enfrentar en una zona donde abundan las casas junto al agua. De hecho, ya ha entrado en vigor la prohibición de construir nuevos edificios en zonas que se encuentren por debajo de tres metros sobre el nivel del mar.
Además de trabajar en el proyecto, el alumnado de ambos países se ha comunicado en inglés, ha convivido y hecho planes para la larga, oscura y fría tarde, que sabrán convertir en divertida.
Tercer día en Arendal.
Empezamos la mañana intercambiando impresiones. Ayer por la tarde y por la noche, nuestros alumnos participaron en diferentes actividades con sus familias de acogida. La más emocionante fue una excursión nocturna a la montaña para intentar ver auroras boreales. Encendieron un fuego para hacer perritos calientes en un lugar habilitado para ello y esperaron, pero no hubo suerte porque comenzó a nublarse y más tarde nevó.
Han dedicado parte de la mañana a realizar los carteles sobre distintos aspectos relativos al uso del agua.
La parte más divertida ha sido por la tarde. Estaba previsto ir a la pista de hielo y después a ver un partido de balonmano. Lo imprevisto ha sido la nevada que ha empezado a caer desde las seis de la tarde y nos ha hecho sentir la Navidad que vemos en las películas y las postales. Después hemos ido a animar al equipo local de balonmano, el Øyestad, que juega contra Bergen. No será como ver al Cádiz pero la pasión para los seguidores es la misma.
Mañana tenemos actividades fuera todo el día. Habrá que abrigarse.
Cuarto día en Arendal.
Las relaciones se estrechan y hoy hemos pasado todo el día fuera. Tras la nevada de anoche, estábamos expectantes por ver cómo se desarrollaban las actividades previstas.
Aquí, la vida sigue igual con nieve. Nos abrigamos y comenzamos por la visita a una planta de tratamiento de aguas residuales. No es algo que nuestros alumnos ni los noruegos estén deseando hacer, pero han aprendido qué ocurre con el agua que sale de nuestros grifos, usamos y desechamos. Hay algunas diferencias con respecto al sistema español, pero son meras curiosidades.
Después fuimos a ver una central hidroeléctrica.
El camino estaba lleno de nieve y ha sido muy divertido ver cómo jugaban. La guerra de bolas de nieve se sabe cómo empieza pero no cómo ni cuando acaba...
Después, el zoo. La anacrónica imagen de dos leones y tres leonas, apiñados como gatos grandes en un rincón para darse calor, nos ha conmovido. Sin embargo, una manada de lobos, un glotón, un lince boreal y varios renos, estaban encantados en la nieve.
Para entrar en calor hemos tomado algo en el restaurante y después han tenido un tiempo de ocio y convivencia en el centro comercial cercano.
Mañana es el día de la despedida y anticipamos que habrá lágrimas.